martes, 5 de mayo de 2009

Trastornos Alimenticios




¿Qué es un trastorno alimentario / alimenticio?
El punto central de estas enfermedades es la alteración de los hábitos alimenticios y a su vez descomponiendo los estados emocionales, pues producen depresión, angustia, irritabilidad e inconformidad. Estos estados de ánimos influyen directamente en las relaciones sociales y familiares de quienes lo padecen.


Esta enfermedad tiene por lo general su origen en una compleja problemática psicológica como
baja autoestima, sensación de falta de autocontrol o la imposibilidad de para relacionarse con los demás y sobre todo problemas con la auto-imagen.



Los pueden padecer cualquier persona, no importando su sexo, edad o condición social. Actualmente la edad inicial que se ha reportado es a partir del 8 y 10 años de edad hasta después de los 40, sin embargo los estudios muestran que la edad promedio se encuentra entre los 12 y 30 años de edad.




La adolescencia es la etapa más vulnerable para desarrollar un trastorno debido a los cambios físicos que el cuerpo experimenta desde la pubertad hasta el fin de la adolescencia, también el adolescente se encuentra tratando de descubrir quienes son y que quieren ser; experimenta su independencia y por lo general esto los lleva a sentirse muy inseguros y temerosos de no poder llegar a ser el adulto que les gustaría ser.

Los trastornos alimentarios más comunes son: La Bulimia, La Anorexia, La Obesidad y El Comer Compulsivo.



Pero también existen otros menos conocidos porque no se han establecido como un cuadro clínico como tal y son llamados TCA No Especificados pero son igual de graves y pueden llegar a desarrollarse con mayor frecuencia: Vigorexia (ejercicio físico excesivo), Ortorexia (comer solo sustancias ''sanas'' o biorgánicas), Permarexia (todo el tiempo encontrarse a dieta por el miedo a engordar), Potomanía (beber grandes cantidades de líquido, más de 3 litros diarios), Pica o Alotriofagia (comer sustancias que no son alimento como papel, cabello, pintura, heces, tierra, etc), Rumiación (llevar a la boca alimentos que ya se encuentran en el estómago para volverlos a masticar), Drunkorexia (dejar de comer durante el día para compensar las calorías ingeridas al beber bebidas alcohólicas), Diabulimia (se presenta en pacientes diabéticos; bajan intencionalmente las dosis de insulina para bajar de peso).



sábado, 10 de enero de 2009

La Homosexualidad


A partir de la adolescencia se orientan las tendencias sexuales, ya que el instinto sexual se desencadena durante este periodo, y por lo consiguiente la homosexualidad.
Cuando un adolescente es homosexual, recurre con mayor frecuencia a la masturbación, así como al flirteo (coqueteo), el cual le ayuda a limitar su impulso sexual.

Las verdaderas relaciones sexuales son difíciles durante esta etapa ya que el adolescente aún no ha adquirido la madurez necesaria, así como el sentido de la responsabilidad, por tal situación es mas frecuente que el adolescente homosexual haga amistad con un compañero del mismo sexo, con el cual intercambia sus ideas, sus sentimientos, sus dudas y ambiciones; uno y otro se ayudan a perfeccionar su personalidad, lo cual representa una fase de transición hacia la homosexualidad adulta, aunque hay ocasiones en que algunos jóvenes no rebasan esa fase por diversas razones, tales como temor a enfrentarse a la sociedad, o hacia su misma familia, sobre todo cuando los padres tienen ideas ancestrales y no aceptan este tipo de situaciones, también la estancia prolongada en un internado y por no saber comportarse como un adolescente homosexual.

Los adolescentes homosexuales, se enfrentan a muchos peligros con los adultos homosexuales, ya que éstos se aprovechan de la inexperiencia de los jóvenes, por esto es muy importante que este tipo de adolescentes, se nieguen a tener conversaciones con este tipo de adultos, seguirlos y rechazar todo tipo de invitaciones y regalos.
Otro peligro al que se enfrentan los jóvenes homosexuales es al encontrarse con exhibicionistas, ya que éstos les exponen sus órganos genitales para demostrarse a sí mismo su virilidad, así como con ciertos sádicos que los arrastran para satisfacer su necesidad de causarles daño.

Con la finalidad de que los jóvenes homosexuales no se arriesguen a convivir o platicar con exhibicionistas y/o sádicos, se les recomienda no admitir la compañía de desconocidos, en dado caso, de que el desconocido insista, no debe dudar en solicitar ayuda de amigos, de transeúntes o de algún policía.
Otro peligro a que se pueden enfrentar este tipo de adolescentes, es el encuentro de enfermos sexuales, los que pueden atravesarse en su camino, bosques o en lugares públicos, como por ejemplo en los cines.

miércoles, 7 de enero de 2009

Algunos...¿¿¿ Problemas ???


La adolescencia es una etapa esencial de la vida, que permite al ser humano conquistar su independencia y madurar su carácter, dentro de esta etapa de la vida, el individuo modifica progresivamente su comportamiento, su actitud y sus reacciones a la vista de lo que pasa en su entorno, además afirma su personalidad.

Durante esta etapa surgen inquietudes que muchas veces por verngüenza o miedo los adolescentes no comentan con sus padres, entonces es cuando buscan respuestas a todas esas preguntas por medio de sus amigos o ellos mismos.



Algunas de estas inquietudes van en relación a su sexualidad, sus relaciones con los demás, sus intereses. Dentro de las inquietudes sexuales pueden estar el inicio del gusto por personas del sexo opuesto y a su vez el deseo de saber o experimentar más allá de un noviazgo de ''niños'' y empezar por saber que se ''siente'' tener relaciones sexuales.


Como decíamos estas preguntas suelen ser respondidas en solitario o por los mismos amigos. Cuando el individuo empieza por querer solucionar estas dudas es cuando se da cuenta que su cuerpo puede ser un puente a descubrir ciertas sensaciones, sentimientos y emociones; surgiendo así: la masturbación, que lejos de ser un ''problema'' (muchos padres y/o maestros siguen teniendo la creencia de que es algo malo), es una ayuda para el adolescente, porque así puede conocer su cuerpo, sus cambios, e incluso dar un desahogo a sus miedos que muchas veces no pueden salir tan fácilmente.




La Masturbación

La masturbación, es acariciarse los propios órganos genitales, con el fin de procurarse placer sexual.
La masturbación en el adolescente se produce por la glándula hipofisaria, ya que ésta rige las glándulas sexuales, en el hombre los testículos y en la mujer los ovarios.
En ocasiones, la masturbación del adolescente conduce a la eyaculación.
La masturbación debe ser considerada como una etapa normal en la sexualidad del adolescente, entre los 12 y 16 años, cerca del 90% de los jóvenes tienden a recurrir a ella para manifestar su instinto sexual. Por lo general, alcanza su máximo a los 15 años de edad.
El adolescente para satisfacer su instinto, se masturba, cesando de esta manera, su tensión sexual, lo cual puede provocar dolores testiculares.
En el placer solitario desborda la imaginación de los jóvenes, los cuales construyen un mundo de sueño a partir de sus encuentros cotidianos o de vivas impresiones dejadas por una lectura o por una película.
Por otro lado, en la mujer la masturbación se reduce esencialmente a una fantasía imaginativa que se desarrolla antes de las horas de sueño, en ocasiones hay adolescentes que descubren con mayor o menor precocidad, las caricias cotidianas.
Para los dos sexos la masturbación puede constituir una válvula de seguridad que permite la descompresión del instinto sexual.
Durante siglos, la masturbación ha sido considerada por filósofos y moralistas como un vicio espantoso, se le consideraba como responsable de la tuberculosis, de la locura y de la parálisis.
Actualmente muchos padres, aunque no crean ya en tales supersticiones, temen que provoque a sus hijos un retraso en el crecimiento o dificultades escolares.
La masturbación no presenta peligros si sólo se lleva a cabo en una etapa del desarrollo sexual, a través de ella, tanto los hombres como las mujeres, pueden desarrollar en su imaginación su atracción hacia el otro sexo.

Teóricamente la masturbación debe desaparecer por sí misma hacia la edad de los 16 o 17 años, mas sin embargo, hay adolescentes de mayor edad, e incluso hombres adultos, que siguen con la práctica de la masturbación, ya que en ciertos casos, se vuelve una costumbre y es difícil la renuncia a ella.
El adolescente recurre a la masturbación para aliviar su tensión sexual, pero también en ocasiones sirve de ayuda para enfrentar un momento difícil.
Si el adolescente tiene la impresión de no ser suficientemente amado en su familia, si se encuentra en un internado, o en un orfanatorio, la vulnerabilidad a la recurrencia de la masturbación es mayor, ya que el adolescente piensa: si nadie me ama, me amaré yo, no necesito a nadie para darme placer, pues poseo en mi cuerpo todo lo necesario para ello.
También con frecuencia se recurre a la masturbación para compensar la angustia de una mala calificación en un examen o de cualquier fracaso, reflejándose con ello, el placer solitario. Esta situación representa un peligro, ya que el adolescente se puede refugiar en sí mismo, cada vez que tenga un disgusto o que se presente con algún obstáculo.
El adolescente debe saber que no es el único en tomar la masturbación como un refugio, de esa manera, no se sentirá culpable o anormal. Este sentimiento de culpa es otro peligro al que se presenta el adolescente, sin embargo, cuando la masturbación persiste mas allá de los 17 años, puede reflejar dificultades en la relación con los amigos o con los adultos del medio familiar, escolar o profesional, con frecuencia el sexo opuesto les inspira miedo y los jóvenes temen el encuentro con esos seres extraños de sexo distinto, de los cuales todo parece separarlos, por lo que prefieren replegarse sobre sí mismos. En estos casos, no deben dudar en pedir ayuda a sus amigos, a sus padres o a su médico, ya que sólo el diálogo puede hacer que desaparezca la angustia y descubrirán mas allá de las diferencias superficiales, afinidades profundas entre ellos y las chicas, deberán acostumbrarse a mezclarse con el otro sexo, el cual sigue siendo para ellos la única certeza de no comprometer su posterior vida sexual.